Que la filosofía, y la visita de un filósofo, fueran causa de euforia, adhesión y alegría de mucha gente en la ciudad, pareciera ser materia de alguna otra disciplina más benigna con la disposición que en la actualidad se tiene con los temas complejos.
Sin embargo, Darío Sztajnszrajber, cuyo rostro se hizo popular a través de sus apariciones en televisión y redes como Youtube, y que tiene, además de la sapiencia en lo suyo, una implacable capacidad de comunicarlo, fue uno de los datos salientes en el ya destacado inicio de la Feria del Libro.
Darío finalizó su estancia en Cañada de Gómez con la presentación del libro El amor es imposible, ante un auditorio que llenó el Verdi para escuchar al autor hablar sobre el tema -y sobre mucho más, de hecho- de una manera que entusiasmó, conmovió y logro ese sentimiento cómplice que a veces aparece reservado al mundo de la música, o el teatro, y no a la filosofía, o “el amor por saber”, como lo tradujo Sztajnszrajber.
Previamente, en el propio predio ferial, el filósofo llegó de sopetón, y enseguida se dispuso a firmar ejemplares de la obra en una de las carpas instaladas en la zona, y una larga cola de gente de todas las edades, libro en mano, esperó pacientemente su turno para entrevistar al visitante, sacarse una foto, recibir la dedicatoria.
Lejos del cholulismo que significaría el haber estado con un famoso y obtener una imagen de la que luego poder alardear, esos momentos con un tipo que habla de cosas profundas a la manera de alguien con quien uno comparte un café, significó mucho para cientos de cañadenses que lo disfrutaron un rato, como a quien te tira encima, una hora seguida, unas cuantas verdades de la vida.