Luis “Changui” Cáceres estuvo en Cañada de Gómez, en un encuentro realizado en el Comité de la UCR, y lo hizo acompañado por Ricardo Terrile, quien compartió con él, como destacados militantes de la Juventud Radical, el duro proceso de retorno a la democracia del ’83, el difícil tránsito del gobierno de Alfonsín, y los avatares de la política argentina de los últimos 40 años.
Ahora, Cáceres ha emprendido un periplo por el país, tratando, dice, de lograr que su partido, la UCR, avive aquel fuego por el poder “que ha perdido desde hace 20 años”, expresa para contextuar su ardua tarea de reconstruir el entramado partidario en cada localidad de buena parte del país que visita. “Cuando uno encuentra en una ciudad a alguien que tiene ese fuego sagrado, ello reemplaza cualquier reunión que se pueda concitar, de la que no se sabe si a los pocos días la expectativa que se logra se va perdiendo”, refiriendo a la dificultad por encontrar a esos políticos de raza que antes parecían emerger por todos lados.
Justamente, eso es lo que el Changui reivindica, la buena política hecha por buenos políticos. “La sociedad no puede transitar un camino de grandeza sin un instrumento apropiado, y no hay otro que el de los partidos: en crisis, sí, como el nuestro, pero fundamentales en la reconstrucción.”
Cáceres, que define el presente como de “un país sin presidente, sin gobierno, sin moneda” insiste en el tema de la recuperación. “¿Recuerdan cuando Alfonsín decía lo de con democracia se come, se educa se cura?… Hoy poca gente come, la educación está cada vez peor y la salud cuesta abajo. Los radicales debemos recuperar esa vocación de poder, para poder ofrecer al pueblo argentino un proyecto y una alternativa”.