El robo al auto tuvo carácter exprés, ya que la propietaria del Ford Ka, luego de descender, sólo dejó al vehículo solo y sin medidas de seguridad, por el tiempo necesario para ingresar a la casa, buscar a su madre, y salir inmediatamente. En ese corto lapso el ladrón se llevó la cartera con dinero, documentos y un teléfono celular.
A pocos metros de allí, ladrones entraron en otra propiedad, y tras revolver todo en el interior se llevaron un botín aún no totalmente determinado, ya que la magnitud del desorden impidió que su propietaria pudiese contabilizar lo faltante.