La Plaza de Colectividades fue la sede del acto que convocó el colectivo de docentes secundarios, en defensa de la universidad pública como bandera ante el salvaje recorte de fondos por parte del gobierno nacional, pero que en realidad abrazó a quienes piensan la educación pública como un derecho inalienable.
Sin otra consigna más que ésa, la de reunión, encuentro y apoyo mutuo, en el lugar se congregó un buen número de cañadenses. No todos los que pueden estar, aunque significativo si se piensa en la presencia habitual en estas ocasiones y en una ciudad que votó masivamente a quien aplica esta política contra la que hoy se protestó, pero insuficiente si se quiere dar una idea de rechazo de plano a ese rumbo gubernamental.
En la oportunidad habló Charly Gordillo, uno de los gestores del acto, quien puntualizó el significado histórico que tuvo la educación pública en nuestro país, y, entre otros conceptos, la curiosidad de hubiese alguien que al frente de una cátedra, en algún establecimiento local, llegara con alumnos a la Plaza. Otro símbolo, o síntoma, de estos tiempos.