El Paseo Scalabrini Ortiz congregó a un centenar largo de cañadenses que dieron el “presente” a la consigna de no bajar banderas, en lo que refiere al ninguneo a todo lo que huela a cultura, por parte del gobierno nacional, que así lo establece en las dos normas que pugna por que sean aprobadas.
Montado en el caballito del “gasto inútil para que nadie le dé bola”, la amenaza de cortar todo tipo de apoyo a todos los sectores del arte, en este caso trata sobre la desfinanciación a las bibliotecas populares. Y la de anoche fue la reacción de una parte de la ciudadanía que se ve afectada, lo que provocó un hermoso encuentro en el que numerosas voces fueron escuchadas, a través de poemas, relatos, testimonios, expresión de emociones.
Para la noche de este miércoles se realiza una nueva convocatoria, ahora a las 20 a Plaza de Colectividades, por una consigna parecida aunque más amplia, como es la de mostrar el descontento y la frustración por las profundas y negativas transformaciones que emanan del DNU y la ley ómnibus que propone el gobierno.