Basado en la crisis que trajo este Gobierno, aislado completamente de la realidad, con represión, abandono, desidia y frases gastadas como: “somos los mejores” mientras que debiéramos decir “son lo peor de los ultimos 50 años”, nace una consigna social con la idea de contener a todo el arco político.
Como pasó históricamente, ante la decadencia de un gobierno es primordial juntarnos todos y dejar de lado las diferencias y la memoria.
Esto me recuerda y vale como ejemplo, lo que nos decía Eduardo Galeano:
“Estoy leyendo una novela de Louis Erdrich. A cierta altura, un bisabuelo encuentra a su bisnieto.
El bisabuelo está completamente chocho (sus pensamientos tienen el color del agua) y sonríe con la misma beatífica sonrisa de su bisnieto recién nacido. El bisabuelo es feliz porque ha perdido la memoria que tenía. El bisnieto es feliz porque no tiene, todavía, ninguna memoria. He aquí, pienso, la felicidad perfecta. Yo no la quiero.”
Rescato lo último: esa memoria yo no la quiero, la desmemoria no construye y puede amontonar, juntar, acollarar, pero es muy difícil sostener acuerdos basados en lo irreal del punto de vista humano, donde se habla mucho, pero en la práctica aparecen ambiciones que dejan de lado teorías que hubieran estado bueno aplicar.
Hay un dicho popular que habla del “somos dos y armamos tres partidos”, ello habla de la crisis por falta de formación política, donde las estructuras políticas mayoritarias formaron seguidores y no líderes, existen nuevos espacios de construcción colectiva políticamente incorrecta (como se le dice a lo correcto) cuando llegan estas instancias política donde los espacios a ocupar en el poder, las elecciones son una herramienta, lo que debe prevalecer intacto es el movimiento , esa militancia que se acompaña , se disfruta , se comparten ideas, donde se aprende del otro valorando por sobre todas las cosas la diversidad y diferencias que en un punto se juntan .
A 36 años de democracia deberíamos observar la historia de todo lo que nos pasó como pueblo, la penetración cultural del individualismo, los ‘90 con la despolitización de los partidos políticos y este cierre con la práctica del desprecio por los humanos, priorizando más que nunca la economía neoliberal que solo está trayendo abandono al ciudadano y estado ausente, con prácticas que creíamos superadas. Si la idea era estar unidos para terminar con este modelo, me crea un sentimiento de dolor, que en estas instancias aparezca lo que no debemos ser como cultura, lo que hizo este gobierno al creer que todo empieza con uno cuando llega y olvidar que somos el otro.
Nora Cortiñas, durante un congreso en la Facultad de Psicología de Rosario, se preguntaba en voz alta; ¿Por qué somos así cuando llegan las elecciones? Está José que es bueno comprometido, cómo no lo vamos a votar; está Emilio, un luchador, tenemos que votarlo etc… Cuando abrimos la urnas, José unos votos, Emilio otro pocos, y otros muy poquitos, y no sumamos para queuno de los nuestros nos represente; aquéllos que nos hacen tanto daño sacan miles de votos y nos gobiernan mal por años, tanta diferencia tenemos entre lo que luchamos?,
Si me preguntaran si estoy dolido como militante sí que lo estoy y mucho, creo que no entendimos nada, somos como un “Eternauta”, hicimos todo lo que no hay que hacer.
El héroe verdadero de El Eternauta es un héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe ‘en grupo’, nunca el héroe individual, el héroe solo”.
Siempre se está a tiempo de modificar actitudes, esperemos que el futuro nos encuentre unidos salvando las diferencia pero juntos, sino, siguieran los Gobiernos para una clase privilegiada y para el otro exclusión, que somos la mayoría.
Ruben Eduardo Kelo Moreno